El mejor momento para viajar
Buenas a tod@s de nuevo, antes de empezar con la nueva entrada quería comentar un par de cosas; lo primero es agradecer el caluroso recibimiento que ha tenido el blog. Intentaré no enrollarme más que una persiana y que os pueda transmitir realmente bien las novedades del viaje. Y lo segundo, en la sección de ruta podéis ver nuestro posible itinerario. Si habéis estado en alguno de los países que tenemos intención de visitar estaríamos encantados de escuchar vuestros consejos (podéis escribirnos a través de nuestra página de Facebook).
Bueno, el post de hoy va de un tema que pensé a raíz de hablar con varias amigas y de leer vuestros comentarios, y es el siguiente: ¿Cuándo es el mejor momento para viajar?
Para los que estéis aburridos ya de leer os adelanto la respuesta: NO LO HAY. No lo esperéis, nunca encontraréis el momento idóneo. Os lo digo porque así os ahorráis el batacazo que me di yo pensando que este año sería sin duda el mejor momento.
Los motivos para pensar que era un buen año para embarcarme en esta aventura eran los siguientes:
- Sería el último año de los veintimuchos y el primero de los treinta y pocos. Tengo intención de formar una familia en un futuro y por mucho que piense que tendré 70 y seguiré sin estar preparada para cuidar de un bebé, he asumido que nuestra fertilidad es algo finito y las posibilidades de ser mamá a los 40 no son las mismas que a los 30. De manera que lo ideal era viajar pronto porque entre que llego, me estabilizo, hago hucha otra vez, bla bla bla tendría la edad idónea para plantearme ampliar la familia.
- Ya habría trabajado 1 año y medio como enfermera, habría saldado las deudas de estudiar en una universidad privada y habría tenido tiempo de ahorrar y de sentirme realizada en el mundo laboral.
- Mis sobrinos tendrían edad suficiente para acordarse de su tía aunque no la vieran semanalmente como hacen ahora.
- Habría dejado de fumar un tiempo lo suficientemente prudencial para no irme de viaje con el mono (jajaja, permitidme que en este punto me ría de mi misma, de lo ilusa que soy y de la pena que doy).
- Habría tenido tiempo suficiente para disfrutar de los preparativos del viaje, organizarlo bien, e ir bien informada a los países que queríamos conocer.
Mirad si tenía buenas razones para pensar que era un año ideal. Por el contrario esos días que me levanto súper insegura, me miro en el espejo y pienso: Tami, ¿qué coño estás haciendo? ¿qué se te ha perdido allí para irte tanto tiempo? Y entonces no veo las cosas tan claras:
- En este año y medio, excepto 1 mes y pico, el resto del tiempo me han ido llamando y he trabajado de manera continua. Ahora que he metido el pie en un hospital en el que me siento a gusto, en servicios que disfruto mucho, y con compañeros que además de profesionales son muy buenas personas, si me voy me arriesgo a que al volver no me vuelvan a llamar y acabe teniendo que coger trabajos que no tienen nada que ver con mi profesión que es lo que realmente me motiva. (Lo resumo con el típico comentario que me hace la gente más mayor: tal y como está el país, con la crisis que hay y teniendo trabajo… ¿y te vas? ¡Tú estás loca!)
- A pesar de que mis contratos no son de larga duración, en el hospital donde trabajo considero que estoy pasando un momento de aprendizaje y de desarrollo profesional muy bueno. En ese caso Marcio está igual, porque a nivel laboral tiene estabilidad y parece un poco suicida que dejemos las cosas sin más.
- No he preparado un mojón del viaje. Mucha información pero muy poco precisa. Me faltan mil trámites por hacer, algunos vuelos por sacar, un montón de información que buscar y mucha gente a la que ver. Fiestas de por medio, currando de noche, haciendo un posgrado y a sólo 2 meses de irnos... bien Tam, vamos muy bien ¬¬
- Tema tabaco… bien empecé mi tratamiento con Champix y hoy es el día que he elgido para dejar de fumar después de 10 años con este hábito!!! Eso quiere decir que me tendré que llevar la caja del último mes del tratamiento y que el momento del monazo me pillará en medio del viaje. Ideal, ¿verdad?
Leyendo los últimos puntos os plantearéis ¿y porque coño te vas al final?
Bueno, porque la vida también nos da lecciones y trabajar en un hospital me hizo darme cuenta de que hoy estamos, pero que la vida se puede ir en cuestión de segundos.
Evidentemente en el momento que nos vamos, dejamos atrás lo que teníamos seguro para meterte de lleno en un modo de vida incierto que no siempre te gustará. Puedo ver el vaso medio lleno o medio vacío, y centrarme en lo que voy a dejar aquí (familia, amigos, trabajo, piso, etc.) o hacerlo en lo que ganaré al irme más lo que encontraré al llegar aquí, que posiblemente lo más importante siga estando de igual forma.
Como veis hemos decidido lo segundo; la historia la escriben los valientes. ¿Cuantos valientes por aquí nos quieren acompañar una parte del viaje? ¡Estaremos encantados de reencontrarnos en la otra parte del mundo!
PD1: Ya sé que he resumido más bien poco, pero es la segunda entrada que escribo. Confiad en mi, ¡al final lo conseguiré!
PD2: Tata, gracias por tu fuerza. La salud es un estado frágil, pero tu valentía y tus ganas de vivir inspirarán cada paso que de, te lo aseguro. Love u princess.